Araucariáceas
Están integradas por unas 15 especies, propias de América del Sur y Australia, árboles, a menudo, de gran parte. Se caracterizan por sus estambres con 155 anteras alargadas y colgantes, y por sus flores femeninas con un solo rudimento seminal; la escama ovular es por lo general, muy reducida y concrescente con la tectriz o bráctea madre. Las Agathis son árboles propios de las Islas filipinas, Borneo, Molucas, Australia y Nueva Zelanda.
Se distinguen por sus hojas planas, lanceoladas, coriáceas, y por sus piñas globosas, un poco deprimidas, con las semillas aladas, Agathis dammara produce la resina llamada copal de Manila.
Las araucarias se diferencian de las anteriores por sus hojas más estrechas y menos atenuadas en la base, a veces escuamiformes, y por sus piñas globulosas, con las semillas, aladas o no, soldadas a la bráctea. Araucaria excelsa, es la que se cultiva más a menudo. Procede de la Isla Norfolk, al este de Australia, y fue introducida en Europa en el siglo XVIII.
Es árbol de gran talla, de hasta 60 m de altura; tiene las ramas muy regularmente verticiladas y abiertas; y es de aspecto formal. Se cultiva lo mismo para la decoración de los parques, que en macetas, cuando joven, como planta de salón. Son propias de América del sur la araucaria de Brasil (Araucaria brasiliensis) y la imbricada (Araucaria imbricana); la primera crece en las montañas de Brasil central y meridional y de Paraguay, donde forma grandes bosques, y la segunda, en los Andes de Chile y de Argentina. Tienen largas ramas extendidas horizontalmente, o un poco colgantes y erguidas en el extremo, y tronco recto, muy recio.