El género

Por el género, los sustantivos se dividen en:

  • masculinos
  • femeninos

Obsérvense estos sustantivos con adjetivos:

campesino recio  estudio arduo
enemiga tozudo   padre bondadoso
tirano tozudo    árbol frondoso

Véase que hay sustantivos terminados en -o (masculinos) que exigen la terminación -o del adjetivo y otros sustantivos (masculinos de terminación indiferente) que exigen la misma terminación del adjetivo.

Árbol. sustantivo masculino de terminación indiferente, que exige la terminación -o del adjetivo (frondoso)

Para comprender el uso del género. Obsérvense estos sustantivos femeninos:

soledad tenebrosa   fe milagrosa
ilusión hermosa      paciencia maravillosa
adversidad penosa pobreza franciscana
incomprensión horrorosa

Se verifica que los sustantivos femeninos exigen la terminación –a del adjetivo. Por lo tanto, el género es una clasificación gramatical de los sustantivos en dos clases: unos que reclaman la terminación ­ o de los adjetivos (masculinos) y otros que exigen la terminación -a de los adjetivos (femeninos).

El género según la terminación

Observar los siguientes sustantivos:

campesino tirano
enemigo estudio

Se puede concluir, entonces, que son masculinos los sustantivos terminados en -o. (Las únicas excepciones a esta regla las constituyen los sustantivos femeninos la «mano», la «nao» y la «dínamo», y el antiguo sustantivo femenino «pro», aunque actualmente es masculino: «el pro y el contra».) Ver los siguientes sustantivos

paciencia   pobreza

Puede concluirse, entonces, que son femeninos los sustantivos terminados en -a. Son masculinos, a pesar de terminar en a:

l) El «día», el «mapa», el «planeta» y el «cometa».
2) Los que significan nombre u oficio de varón, como el «albacea», el «poeta», etcétera.
3) Muchos sustantivos terminados en -ma, ciervados del griego: «problema» «diafragma», «fantasma», «enigma», «melodrama», etc. (aunque algunos son femeninos —«crisma», «broma», «diadema — ya que han conservado su antiguo género).

Observar los siguientes sustantivos:

árbol adversidad
fe paciencia
ilusión incomprensión

Estos sustantivos no terminan ni en -o ni en -a: se llaman sustantivos de terminación indiferente (puede; terminar en e, en consonante o en vocal acentuada). No hay reglas para el género de estos sustantivos, a excepción de una: son femeninos los sustantivos terminados en -dad (adversidad) y los terminados en ­ción, -sión y -xión derivados de verbos latinos: «canción», «incomprensión», «reflexión».

El género según la significación

Observar los siguientes sustantivos:

campesino enemigo tirano

Todos ellos designan oficio de varón. Por lo tanto:

l) Son masculinos los sustantivos que designan nombre u oficio de varón. Son también masculinos por su significado;
2) Los nombres de ríos (el Po, el Tíber. el Amazonas), lagos (el Argentino), mares (el Mediterráneo), montes (el Blanco), volcanes (el Etna) y cordilleras (los Andes).
3) Los nombres de los números (el dos, el cuatro, el seis).
4) Los nombres que designan notas musicales (el do, el si).
5) Los nombres de los puntos cardinales (El norte, el Sur).
6) Los nombres de los días de la Semana (el lunes, el martes).
7) Los nombres de los meses del año (marzo ventoso, agosto prometedor).

Son femeninos, por su parte;

1) Los sustantivos que designan nombre u oficio de mujer (mujer, abadesa), así como también los animales hembras (leona).
2) Los nombres de las letras (la a la e).
3) Los nombres de ciudades antiguas (la antigua Corinto).

El género como accidente

Por accidente gramatical se entienden las variaciones formales que experimentan las palabras y que corresponden a variaciones en el significado. Así: perro, perra.

A la variación formal o/a corresponde la variación en el significado macho/hembra.

Sólo algunos sustantivos tienen variación genérica: son los que designan personas y unos pocos que designan animales. La mayor parte de los sustantivos tienen un género que les es propio y no admiten el pasaje a la forma femenina (si son masculinos) o a la masculina (si son femeninos): soledad, incomprensión, pobreza, paciencia, son femenino si y árbol, equilibrio, son masculinos.

Observar la formación del femenino de los siguientes sustantivos:

perro
Antonio
oso
perra
Antonia
osa
pintor
corredor
pescador
cantor
Pintora
corredora
pescadora
cantora
actor
abad
actriz
abadesa
Poeta
zar
Poetisa
zarina

Los sustantivos masculinos pueden pasar al femenino:

a) sustituyendo la terminación -o de masculino por la terminación -a de femenino;
b) agregando a;
c) mediante los sufijos –esa,-isa, -ina, -triz.

Actor (género masculino) y actriz (género femenino), que ilustra la formación del femenino mediante el sufijo: triz.

Pueden usarse también indistintamente con las formas el o la:

el/la hojaldre    el/la tizne
el/la herpe       el/la linde
el/la estambre    el/la margen
el/la tilde       el/la dote
el/la mar         el/la azúcar

Sin embargo, el uso ha impuesto «el mar» (a excepción del uso poético: la mar), «el margen», para cuando se trata del margen de un cuaderno, por ejemplo, y «la margen»_ para cuando se habla de un río.

Del mismo modo se ha impuesto «la dote». Y se habla «el arte», aunque en plural se prefiere el femenino: alas bellas artes».

Hay sustantivos cuyo significado varía de acuerdo con el género gramatical. En este caso hay dos sustantivos diferentes pero homónimos y de distinto género:

el clave       la clave
el frente      la frente
el parte       la parte
el cólera      la cólera
el pendiente   la pendiente
el moral       la moral
el delta       la delta
el pez         la pez
el orden       la orden
el doblez      la doblez
el Génesis     la génesis