Productos y servicios financieros
El crédito es una cantidad de dinero que recibimos con la obligación de pagarla en un plazo determinado más otra cantidad por concepto de intereses.
Se trata de una herramienta que nos permite adquirir bienes y servicios, algunos de los cuales no podríamos adquirir en poco tiempo sin un crédito.
Por ejemplo: es más fácil comprar una casa a crédito que de contado, pues tendríamos que ahorrar por mucho tiempo para comprarla en un solo pago. Pero los créditos también pueden meternos en problemas si somos irresponsables con su uso: si adquirimos créditos que no podemos pagar, o si no pagamos a tiempo, nuestras finanzas se verán afectadas y nos cerraremos las puertas para obtener nuevos créditos en el futuro.
Antes de solicitar un crédito, debemos evaluar si podemos pagarlo. Para eso necesitamos saber qué parte de nuestros ingresos podemos destinar al pago del crédito, es decir, nuestra capacidad de pago.
Para conocer nuestra capacidad de pago debemos restar nuestros gastos a nuestros ingresos, incluyendo las cantidades destinadas a pagar otras deudas y al ahorro. Lo que nos quede será la cantidad máxima que podemos destinar al pago de nuevas deudas sin riesgo de incumplir con los pagos.
Así como comparamos precios al comprar una televisión, al contratar un crédito es conveniente comparar distintas opciones. El precio de un crédito es su tasa de interés. Ésta es el dinero que debemos pagar por recibir un crédito, y es adicional a la cantidad que nos prestaron. Cuanta más alta sea la tasa de interés, más caro será el crédito.
Antes de contratar un crédito es importante analizar e identificar cuál nos cobra menos intereses. La forma en que pagamos nuestros créditos queda registrada: si lo hacemos puntualmente, nos retrasamos o no pagamos. A ese registro se le conoce como historial crediticio, si es bueno nos abrirá las puertas a futuros créditos; en cambio, un mal historial nos cerrará las puertas, pues nadie presta a quien no paga.
Existen diferentes tipos de crédito. Al préstamo que pedimos para invertir, es decir, para iniciar o hacer crecer un negocio, se le llama crédito empresarial. Un crédito de esta naturaleza nos permite, por ejemplo, comprar productos para abrir una tienda de abarrotes o comprar un taxi.
El crédito a la vivienda o hipotecario nos permite adquirir una casa o departamento y pagarlo poco a poco, pues –como ya dijimos– es más fácil adquirir una casa de esta forma que comprarla en un solo pago.
Cuando destinamos el crédito a comprar bienes y servicios que satisfagan nuestras necesidades cotidianas, hablamos de crédito al consumo. Los tipos de crédito más utilizados son la tarjeta de crédito y el crédito de nómina.
La tarjeta de crédito es un medio de pago: con ella podemos realizar compras en establecimientos comerciales sin cargar efectivo. Cuando contratamos una tarjeta de crédito, el Banco nos presta hasta una determinada cantidad, llamada línea de crédito. Si disponemos de ese dinero, tendremos que pagarlo, más los intereses correspondientes.
Es muy importante no confundir la tarjeta de crédito con la tarjeta de débito: al utilizar esta última hacemos uso de nuestro dinero, que guardamos en una cuenta de ahorro, de nómina donde depositan nuestro salario– o de cheques. Con esa tarjeta podemos retirar nuestro dinero o comprar bienes y servicios.
Tipos de tarjetas
– de crédito: compras con el dinero del Banco (por usar ese crédito tendrás que pagar la cantidad que te prestaron, más intereses)
– de débito: compras con tu dinero, que se descuenta de inmediato de lo que tienes en tu cuenta de depósito: ahorro, nómina o cheques
Un crédito de nómina es un préstamo que toma como respaldo el salario que recibimos por nuestro trabajo. Los pagos del crédito se descuentan directamente de la cuenta en la que nos depositan nuestro sueldo. Si bien es posible destinar estos préstamos a la compra de distintos bienes o servicios, es importante utilizarlos con responsabilidad, pues –como ocurre con otros tipos de crédito–pueden ser una gran herramienta… o convertirse en un problema, ya que si no pagamos a tiempo, en un mes nos pueden descontar una buena parte de nuestro sueldo por una deuda. Todo dependerá de cómo los administremos. El uso del crédito requiere de prudencia y responsabilidad.
Tipos de crédito