Cicadatas

Son gimnospermas de aspecto singular. Recuerdan, los helechos tropicales arborescentes, y en otros casos, por su tallo elevado, con un penacho terminal de grandes hojas, las palmeras. En Europa faltan por completo como plantas silvestres; viven en los trópicos del Antiguo Mundo y en América, desde China y Japón hasta Australia, y desde la Florida y México, hasta Bolivia y Perú.

Abundaron en otras épocas geológicas, ricamente diferenciadas en multitud de géneros y especies; ahora viven sólo 9 géneros, con menos de un centenar de especies, sin formar nunca grandes conjuntos.

Algunas especies de esta clase se cultivan como plantas de adorno; por ejemplo, Cycas revoluta y Cycas circinalis. Suelen ser ejemplares de talla es casa; mas alguna especie de este género, como Cycas media, alcanza en los bosques de Australia hasta 20 m de altura.

Cycas media

Está cubierto por los restos de las hojas ya caídas, entremezclados con los de los catafilos que las protegieron antes de desarrollarse; las partes más viejas del tallo suelen ser lisas y no conservan más que las cicatrices de las hojas que fueron. El tallo, simple sin ramificarse, y las hojas en penacho terminal y muy divididas, pinnatisectas, dan a estas plantas el; aspecto de palmeras.

Las cicadatas son plantas dioicas, o sea, con las flores masculinas y femeninas en distintos pies. Constan aquéllas de numerosos microsporofilos o estambres en forma de escudetes o escamas, densamente dispuestos alrededor del eje floral, formando una piña.

Cada estambre lleva en su cara inferior los microsporangios o sacos polínicos, por lo común muy numerosos, hasta un millar en el género Macrozamia. Estos representan forma redondeada, tienen la cubierta dura y se agrupan en pequeños roros.

Las flores femeninas constan también de numerosas hojas carpelares o macrosporofilos, por lo común agrupados como en las masculinas los estambres, o sea, en forma de piña. Estas hojas carpelares, dispuestas como escudetes o escamas. Son gruesas en la parte superior, atenuadas en la base y llevan en la mayoría de los casos un rudimento seminal a cada lado. En el género Cycas, los macrosporofilos son muy grandes y parecidos a los nomofilos u hojas propiamente dichas; reunidos buen número de ellos en el ápice del tallo, constituyen un rosetón de carpelos, cada uno con más rudimentos seminales en cada costado. Su conjunto integra, pues una flor femenina de Cycas, distinta de lo que se suele llamar flores.

hojas carpelares

En este género, el eje floral, que no es más que el extremo del eje vegetativo de Cycas, no tiene crecimiento limitado y continúa desarrollándose después de echar la flor y produce de nuevo hojas normales. Este carácter asemeja las Cycas a los helechos de frondes diferenciadas, como los Blechnum. Los granos de polen son de cubierta lisa, a propósito para ser llevados por el viento hasta el micrópilo.

Una gotita de un líquido que rezuma éste, facilita la captura, y así prendido el grano de polen, penetra en la llamada cámara polínica, pequeño hueco en forma de embudo entre la nucela y el tegumento ovular debajo del micrópilo. Los rudimentos seminales son grandes. De 0.5 cm de largo y aun más, y tienen una sola cubierta o tegumento.

La fecundación se realiza mediante espermatozoides móviles, provistos de numerosos flagelos dispuestos helicoidalmente a su alrededor. Realizada la fecundación, los rudimentos seminales cambian de consistencia y color, convirtiéndose en semillas de aspecto drupáceo, es decir carnosas blandas al exterior, vivamente coloreadas y duras en su interior, formando a modo de un hueso, como las cerezas.

Cycas revoluta

La más conocida de todas es Cycas revoluta, cultivada como planta decorativa. De ésta que es oriunda del Japón, y de Cycas circinalis, se aprovecha la fécula contenida en gran cantidad en la médula de los tallos, conocida con los nombres de sagú del Japón y sagú de Nueva Zelanda, respectivamente.

El  género Microcycas, no tiene más que una, Microcycas calocoma, de Cuba, de varios metros de alto, con hojas de hasta 1 m de largo. Lo más notable de esta planta se refiere al número excepcional de espermatozoides que alberga el tubo polínico (de 16 a 20); los arquegonios son, asimismo numerosos, en los rudimentos seminales.